La vida nos enseña por medio de las experiencias a reconocer un equilibrio interno. Nuestro ser nos guía para aceptar que no hay nadie que dé más que otros ni otros que den menos. Todo en la vida es equilibrio y reciprocidad, así que nadie te debe nada ni tú debes nada a nadie, siempre he percibido y sentido que a este plano venimos a compartir y de esa forma elevar nuestra luz y la luz de los otros, yo soy una de las personas que elige embellecer los momentos de los otros y disfrutarlos en unidad, así perdura la alegría y el compartir, siempre llegarán a tu presente personas que desean compartir y acoger la energía para aportar a la vida.
Inconscientemente a veces se ha creído que dar y recibir estaba asociado con la forma en que nos comportamos, la mente entra en el juego de poner atención, en tener que hacer para merecer el dar y recibir. Lo maravilloso de esta época es aprender que desde la energía de la unidad cada persona que crea que “debe” desde la deuda, está reconociendo que el deber es un deber moral con su crecimiento personal, así se crea un mundo con oportunidades de amar, dar y recibir desde el deseo de compartir. Ten muy presente que todas las personas tienen formas y maneras de compartir diferentes a la tuya y todas son perfectas para el aprendizaje interior; Si en algún momento vives la experiencia que alguien no desee compartir desde el dar o recibir, bendice su camino así aceptarás y respetarás su elección, recuerda que todo es perfecto para nuestro aprendizaje interior.
Aquí y ahora elegimos caminar desde el compartir, aprender a cuidarnos, acompañarnos y proteger nuestra luz, así que hoy te invito a reconocer que no hay ni víctimas ni victimarios, ni palabras o experiencias con quienes no están presentes. La vida nos da la sabiduría para vivir aquí y ahora, experimentando y manifestando el amor que nos lleva hacia adentro donde nacen nuestros reales deseos, así que el dar y recibir es un aprendizaje del día a día contigo mismo, desde ese amor incondicional que te apoya, te cuida y fortalece tu alegría de vivir.
Ahora, mírate interna y externamente pregúntate que deseas hacer por ti y para ti, ese algo que al integrarlo en ti lo compartirás con los otros para manifestar la abundancia que ofreces desde ti.
Darte amor es la forma más extraordinaria de reconocerte como un eterno aprendiz y desde ese amor, aceptar que lo haces desde tu compartir, porque es lo que tu amor propio te enseñó para dar y recibir con alegría.
Siempre estamos acompañados de seres luminosos en la energía y la tierra para aportar a nuestro diario vivir.
Gracias por tu compañía, cierra tus ojos, sonríe, te envió un abrazo que fortalezca tu presente.
Lina Gracia
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1 comentario en «Recibe y da con los brazos abiertos»
Hermoso mensaje lleno de sabiduría y reconocimiento. Gracias Lina por compartir siempre tus mensajes llegan en el momento adecuado